Comienza el año, y nuestros buenos propósitos florecen.
Comparto con vosotros uno de mis compromisos en este 2016-EL SENTIDO DEL HUMOR, la liviandad, reirme a carcajadas. Y como uno de mis grandes maestros, mis hijos, me lo recuerdan a cada minuto.
Un bebé, desde que nace, sonríe. Nos acercamos a ese tierno angelito y balbuceamos carantoñas: ay mi bebé chico, ay mi cosita bonita, y mi “bebesote”, que cosita mas bonita, y esta carita preciosa….El brillo de nuestros ojos, las expresiones de nuestra cara y el movimiento de nuestros labios, son el modelo prefecto para que este “pequeño”, comience a expresar: risas, balbuceos y sus primeros gestos de “me siento querido y en confianza”.
Los padres, somos los modelos de comportamiento de nuestros hijos; servimos de modelo, somos sus ídolos, ellos nos imitan!!
Los niños se ríen de lo absurdo, del sin sentido, del caos, a veces, se ríen hasta cuando se caen y algo sale mal. Qué genios!!!, Aprendamos de ellos.
Cuando los niños se ríen, sienten confianza. Para reírse de uno mismo, primero han tenido que reírse de otro. Enseñemos a nuestros hijos el humor constructivo y no destructivo-el que humilla y denigra.
La risa se contagia, se practica, se entrena. La risa ayuda al manejo positivo de las emociones; ayuda a sobreponerse de las situaciones adversas (resilencia); la risa nos ayuda a aumentar nuestro sistema inmunológico (disminuye las hormonas responsables de activar el estrés, incrementa la cantidad de inmunoglobulina y células T en el torrente sanguíneo. Todo esto ayuda a: reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en el futuro, mejora el funcionamiento de los vasos sanguíneos y relajan). La risa nos hace ser y actuar como personas optimistas y felices.
Y leído, todo parece tan fácil y agradable!. Que nos impide reírnos?. En las sesiones de coahing veo, a menudo, a clientes que viven en la exigencia, en el control. Yo misma, he vivido muchos años en “el control de la vida”.
Heredamos patrones de comportamiento que unido al deseo de reconocimiento social, nos hace vivir en la creencia que trabajar con esfuerzo, sacrificio, dolor, exigencia, sobrecarga laboral nos lanzará rápidamente al primer peldaño del “hombre del mes”. Y pongo la descripción en masculino porque primero fueron los hombres los que se impusieron vivir así. Ellos llevan millones de año, llevando el alimento a la familia, manteniéndoles, ofreciendo todo lo necesario para vivir y mejorar. Desde hace años, las mujeres copiamos ese modelo de vida masculino.
Cuando decidimos heredar ese patrón, no somos exigentes, solo decidimos comportamos en un determinado momento de forma exigente. Así, podemos decidir comportarnos de otra manera, cuando queramos. Al hablar de SER…., parece que es inmutable, y como soy así, así seré el resto de mi vida. Y es un gran error.
Si tenemos en cuenta los círculos de la personalidad , la persona no ES, se comporta, en función de una situación, un estimulo, una motivación.

 

 

 
El comportamiento surge de un elemento que pone en marcha, la motivación, una actitud. Todos tenemos muchísimas posibilidades. Solo tenemos que QUERER. Yo no soy, yo me comporto.
Y este año, quiero que el sentido del humor esté presente en mi vida. Mi valor de la exigencia, lo he sentado a mi lado y lo he abrazado. Le ha dado las gracias porque durante muchos años me ha ayudado mucho y ha sido muy valioso para mi. Lo he dejado volar para quedarme con mis enseñanzas:
– La rutina (comidas, horarios, buena alimentación) me aporta seguridad. Y cuando no sea la hora perfecta, y la comida adecuada, disfrutaré del momento.
– Tener un objetivo claro cada día contribuye en la confianza en mi misma, en que puedo conseguirlo. Y si un día no soy capaz, me lo permitiré, lo aceptaré y me querré más aun.
– Los valores hay que enseñarlos desde pequeños. Yo soy el modelo de comportamiento de mis hijos, y si un día no lo desempeño “correctamente”, me haré responsable y no culpable, con liviandad y desdramatizando la situación.
A mi compañera de viaje de tantos años, la exigencia, ya se ha convertido en mariposa y ha volado. La nueva brisa de este año, me envía Sentido del humor, sonreír y reírme a carcajadas .

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