Estamos a primeros de septiembre y en pocos días comienzan los coles e institutos. El verano a algunos les habrá sabido a poco y sin embargo otros están deseando comenzar con las rutinas. Sea como sea, en pocos días nuestros hijos llevaran las mochilas repletas de libros y libretas y comenzaran los “deberes”. Te quiero compartir 5 formas de acompañar a tu hijo en los estudios
Simplemente leer la palabra “deberes”, me pone los pelos como escarpias. ¿Qué otra palabra despierta en ti?. Comparto contigo la mía: obligación. Un reto en la educación de hoy día es transformar estudiar por aprender y deberes por elección. Porque nuestros hijos aprenden de manera natural muchas cosas.
Mi hijo Alfonso, que en pocos días cumplirá 8 años, ya se sabe las “alineaciones de toda la liga”, y pendiente de los últimos fichajes. Así que no tiene problemas de atención, ni de memoria a pesar de ser un niño tremendamente inquieto. Os cuento esto, porque nuestros hijos tienen sus propios recursos para aprender. Cada uno tiene el suyo, aunque nos empeñemos en que se debe estudiar de una manera determinada y que por nuestra experiencia creemos que sabemos la mejor forma.
Por favor dejar a un lado la creencia de que por ser niños y adolescentes en proceso de maduración “no saben”. Nuestros hijos no han venido a obedecernos, sino que están aquí para aprender por ellos mismos que le hace estar bien consigo mismo y con los demás. Y esto lo pueden aprender con nuestra compañía amorosa o a través de nuestras imposiciones, tú eliges cómo quieres hacerlo.
Te invito por unos minutos que te permitas la opción de acompañar y mira a ver si algunas de las estrategias a continuación pueden valerte, a la hora de los estudios de tu hijo.
1- Trata de no juzgar y etiquetar a tu hijo: es que eres un vago, es que pasas de todo. La etiqueta una y otra vez, es como si se la colgara físicamente tu hijo, y no pueda ser otra cosa que lo tú dices que es: un vago. Como alternativa a la interpretación y al juicio, describe la situación: Hoy no has hecho los ejercicios de mates. De esta forma, el juicio se desvanece y tu hijo atiende de forma específica al compromiso que le toca.
2- A continuación, acompaña a tu hijo a través de preguntas los efectos de no hacerse responsable de sus estudios, conectando al mismo tiempo con sus motivaciones. Por ejemplo algo así: Ramón, si no haces estos ejercicios que consecuencias habrá mañana en el colegio? la seño me pondrá un negativo. Y ¿qué pasará después? , sentiré vergüenza delante de todos, y en el examen no sabré contestar. Y mira tú que quieres ser jugador de futbol profesional, ¿ te imaginas no saber mates para calcular tus ingresos y gastos de publicidad?….
3- Cuando la causa de su “dejadez” en los estudios es que no puedan asumir la exigencia de la asignatura, comparte con él tu hipótesis. ¿Cuál es?. Como seres humanos tenemos necesidades que queremos tener satisfechas y nuestros hijos por supuesto, también las tienen. De modo que puedes conectar con tu hijo comunicándote diciendo algo como: ¿puede ser que esta asignatura/tema tenga algún concepto difícil para ti, algo que no entiendas?. ¿Crees que tienes los recursos necesarios para comprender esta materia?, mira a ver , ¿Qué es lo que te hace falta para que estudiar “mates” sea posible para ti?. ¿Qué recurso propios crees que ya tienes a día de hoy?.
Como sabes , los adultos somos los modelos de nuestros hijos/alumnos, de modo que te invito a mostrar tus vulnerabilidades, tus errores, y tus horas de estudios por ejemplo para afrontar algún problema laboral. De esta manera estaremos más cerca de nuestros hijos, ya que ellos pueden ver como también nosotros a veces “flaqueamos” y no lo sabemos todo.
4- Nuestros hijos a menudo nos ponen en un alto nivel. Recuerdo una chica pre adolescente que ante la pregunta de si su padre tenía algún problema dijo algo así: mi padre no tiene problemas y si los tiene siempre sabe cómo resolverlos.
Es importante que podamos mostrarnos como humanos antes nuestros hijos. De modo que ser inteligente, responsable, buena, a priori pueden ser unas etiqueta positiva. La cuestión es que nuestros hijos crean que siempre lo van a ser. Y aun cuando sean inteligentes, van a cometer errores. Y aun cuando sean responsables con sus materias escolares, pueden olvidar/no querer recoger su cuarto.
Cada vez que de forma inconsciente posiciones una etiqueta del tipo: que inteligente eres, que listo eres, pero que bueno eres,….posiciona también el opuesto de forma consciente. Sería algo así: que responsable eres con tus deberes cada día y lo olvidadiza que eres con la ropa del baño; que inteligente eres con la biología, y al mismo tiempo puedes permitirte no serlo tanto con otras asignaturas.
Por último, algo que también me encuentro en las sesiones, es que los padres quieren que sus hijos tengan o los mismos resultados escolares que ellos tuvieron (si fueron buenos estudiantes) o mejores resultados ( si no lo fueron). Nuestros hijos tienen una vida propia que vivir, déjale vivir y que se encuentre con las consecuencias de sus comportamientos. Eso sí, nuestra laboral es confiar en ellos más que ellos mismos, y amarlos incondicionalmente.
Y por último:
5. Llevamos un ritmo de vida agotador. Como adultos el modelo que le prestamos a nuestros hijos, es corre y no pares. Una de las formas más saludable de acompañar a nuestros hijos, es que aprendan a conocer cuando necesitan parar y descansar. Ese tiempo de descanso para ellos no lleva TV, ni play, ni tecnología. Hay médicos que hablan ya de la demencia digital, explicando así como las pantallas transforman el cerebro de las personas. Estamos en constante alerta cerebral por las gratificaciones (mensajes de whatsapp, likes de Instagram, etc…). Se activan las mismas zonas cerebrales por el consumo de cocaína, heroína, ver pornografía, que por las gratificaciones constantes de likes en Instagram. Por lo que llegar a consumir y que se conecten a las pantallas no es descanso ni para niños ni para mayores.
Comparte con tu hijo tu propuesta si es que crees que necesita algo de descanso, jugando, tirado en el sofá, o una merienda tranquila. Permítete y permítele parar y descansar. Si llegas de trabajar y te quedan pendientes las tareas de casa, para y respira. Si, parar y respirar para elegir en libertad. Mira a ver qué necesitas antes. Quizás un baño, sentarte en el sofá con tus hijos, tirarte al suelo y jugar a algo, un café….. y trata de cuidar tu necesidad, sea cual sea la que surja, y después de cuidar de ti, ponte en marcha.
Nuestros hijos aprenderán a cargar su pilas a su manera. Lo que te vean hacer a ti, será su modelo.
El curso pasado mi hijo Alfonso, quitaba a diario las cartas del álbum de futbol casi 300 cartas, y las metía de nuevo. Y lo hacía tranquilo, tirado en el suelo (harto de mesa y silla) y después se ponía con lo que traía de clase. Que desde 1º de primaria trae a diario “deberes”.
Conecta con tu hijo y buscar juntos lugares de descanso donde tu hijo tenga un espacio de libertad y cuidado de sí mismo.
Deseo que estas 5 propuestas te sean de ayuda para comenzar el curso con una mirada diferente.
Iniciemos el curso poniendo atención sobre nosotros mismos como padres. Somos los modelos de comporta