4 RAZONES POR LA QUE LOS NIÑOS PASAN DE ESTUDIAR

La verdad que se me hace raro escribir este post en pleno verano, os lo confieso. He decidido hacerlo porque ésta es una de las 2 razones de causa de sesión con niños y adolescentes  este verano: los niños pasan de estudiar

Y puedo comprenderos profundamente a padres y madres, que acabó el curso, que los resultados no fueron los “esperados” y que buscáis  herramientas para que el próximo curso vuestro hijo  tenga recursos propios para afrontar el reto escolar.

Quiero compartir con vosotros las 4 causas principales que frecuentemente me encuentro, por la que un niño/adolescente “pasa de estudiar”. Puede ser que:

  1. No encuentren relación entre lo que estudia y lo que quiere hacer el día de mañana.  De esta manera, el esfuerzo y la dedicación disminuyen, porque por dentro, su diálogo interno es….y todo esto ¿para qué?.
  2. No puedan asumir la exigencia de la asignatura, porque no la comprende, reconoce que no va al ritmo de sus compañeros. De esta manera el alumno interpreta que va a suspender y mucho más, a fracasar. Aún en la sociedad de hoy día la vulnerabilidad se juzga y se critica, de modo que por supervivencia evita el fracaso, ¿qué cómo?, pasando, prefieren pecar de vagos que de tontos.
  3. Crean que no puedan cumplir las expectativas de sus padres. Comentarios cómo: eres muy inteligente, eres muy listo, tienes capacidades de sobra, puedes sacar mucha más nota, etc…a veces no ayudan a nuestros hijos. Resulta que el niño se identifica con estas “etiquetas”. ¿Qué significa esto?. Que creen que son listos e inteligentes en todo, y que de alguna manera su opuesto,  el “no inteligente”, queda excluido, por lo que suspender, equivocarse, no comprender un determinado concepto….no se lo permiten.
  4. Y algo que veo de manera generalizada es el ritmo de nuestros hijos. Llegan del cole, y apenas sin descanso pasan largas horas maratonianas de deberes y estudio, y con el añadido de no disponer de estrategias de estudio (hacer resúmenes, concentración, etc.). Un niño de 11 años me decía el otro día: me “auto meto” en el coco todo lo que pone en el libro.

Y ¿sabéis? Al escribir estas razones me recuerdan a  mi propia adolescencia. No comprendía por qué en 2º de BUP, tenía que estudiar latín. Recuerdo también como compañeras de colegio, no comprendían el para qué de la filosofía de COU (para mí, ¡¡¡ mi asignatura favorita!!!). Y es que el ser humano es profundamente diferente. Cada uno tenemos intereses y necesidades diferentes.  Por esta simple razón, te animo a que no trates de compararte con tu hijo en comentarios del tipo: en mis tiempos yo…..; a mí,  mis padres nunca me decían qué tenía que hacer….).

Te invito a que conectes con tu hijo antes de comunicarte. En el próximo post, 5 formas de acompañar a tus hijos en los estudios, compartiré recursos para que ocupéis el  lugar adecuado ante el “reto escolar” y conseguir así una autoestima sana en vuestros hijos y que la ambiente en casa sea armonioso.

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