Comparto con vosotros algunas reflexiones que nos ayuden a reflexionar sobre como aprender a escuchar en el aula
Primera idea:
La realidad no existe: Todos fabricamos nuestra propia verdad , en función a la historia que tenemos en nuestra mochila (nuestra educación, nuestros padres hermanos, formación, logros, caídas, etc) y eso tiene que ayudarnos a respetar al otro, sabiendo que lo mío es solo una opinión.
¿Cómo podemos enriquecer la enseñanza si acepto la “legitimidad” del alumno/a?, Porque tiene una postura válida con razones que la fundamentan
Segunda idea:
El único puente entre dos observadores distintos es la escucha (¿qué le inquieta a tus alumnos/as?, ¿Qué necesitan?, ¿Qué quiere decir y no dice), ¿ Qué le sucede? , ¿Qué le pasa?
El respeto es escuchar al otro, cual es su historia, qué necesidades tiene, qué propone, entenderlo y aceptar su decisión, aunque no la comparta.
Aprehender del ALMA del otro.
¿Qué me ocurre a mí como docente, al hacer preguntas para conocer al otro? Para entenderlo, para conectar, para acogerlo
Previo a la escucha esta el respeto, y para respetar al otro, es importante aprender a respetarnos a nosotros mismos:
Aprender a pensar de manera independiente
Amar cada una de nuestras partes , también las que rechazamos a menudo (el miedo, la tristeza, la rabia, la exigencia, el control)
Permitirnos sentir, conectar con nuestras necesidades, con nuestros anhelos, con nuestros límite y vivir en coherencia con nosotros mismos.
Y con estas ideas, ¿escuchamos en el aula?
En la sociedad de hoy escuchamos poco.
Los Enemigos Universales de la Escucha:
No te creas nada de lo que te propongo , explora, investiga, cada propuesta que te presto en tu aula . Son fruto de mi propio trabajo con la escucha:
Antes de entrar en el aula: haz una breve relajación/meditación. Empieza con 2 minutos la primera semana y ve aumentando los minutos a lo largo de la semana. Solo conecta con tu inspiración y expiración.
Si en algún momento durante la mañana, sientes la sensación de que hay caos en la clase, sientes, tensión en ti misma (guíate por tu instinto), comparte esta práctica con tus alumnos/as.
Y observa: cuando un alumno/a pregunte, hable, comparta algún tema contigo: míralo a los ojos, no te dejes llevar por tu mente. Míralo, no quieras participar con tu pregunta ya preparada, la mente quiere contestar por ti.
Y haz preguntas para comprenderlo, para saber por qué opina de una determinada manera, cómo se siente?- quizás esto lo puedes hacer en el horario de tutoría, invitarle a tomar algo en el recreo, o encontrar juntos un momento donde se sienta escuchado.
PENSAR ES ESTAR ENFERMO DE LOS OJOS
Fernando Pessoas (Saber estar frente al otro, mirándole a los ojos, sin hablar)