Cuando ves a tus hijos agobiados con sus deberes, lo primero que quieres hacer, como madre o padre, es aliviarles y echarles una mano. Aunque también es verdad que muchas veces terminas por hacer la mayor parte de sus ejercicios. Pero ¿cómo repercute esto en su aprendizaje?
Los deberes forman parte del debate entre los padres, y lo habitual es que terminéis por no poneros de acuerdo, excepto en el hecho de acabar por ayudarles demasiado en su realización.
Es importante que como madre o padre dejes a tus hijos equivocarse de vez en cuando, enfrentar que un día no hicieron bien los deberes, para la respectiva regañina del maestro. Del mismo modo, es muy importante valorarles continuamente su esfuerzo, pero no con regalos o promesas. Las buenas palabras y los ánimos son suficientes para que vean que estás con ellos.
Lo primero de todo es trasmitir a los pequeños la responsabilidad. Que se hagan responsables de sus actos es verdaderamente importante, con el fin de que sepan superarse en cada momento de sus vidas. Por ello, deberás hacer un gran esfuerzo y permitir que hagan sus deberes ellos solos. Lo que sí deben encontrar es a un adulto que les solucione las dudas, evitando siempre decirles el resultado que buscan.
Revisar que han realizado todos sus ejercicios es necesario. Que sepan que no te quedarás contento si no han acabado con sus responsabilidades diarias.
Pero, sin duda, para que hagan todo correctamente, es preciso que cuenten con el espacio necesario para estudiar. Por eso, tu deber es quitarles toda distracción durante su periodo de estudio. Nada de televisión y controlando siempre sus horas de juego. Con esta dinámica conseguirás crearles hábitos que adoptarán a lo largo de sus vidas, otorgándoles siempre beneficios.
Contando con que ya tendrán el autocastigo, es decir, suspender si no estudian lo suficiente, la labor del padre o madre será apoyarles e incentivarles en todo momento para que sigan estudiando. Muchas veces, la presión que sufren desde casa y desde el colegio puede hacer que terminen por abandonar los estudios siendo mayores, si sienten que no son buenos para ello.
Prestar atención a tus hijos hará que se esfuercen por realizar sus deberes y se sientan apoyados académicamente. Su éxito en los estudios se centrará en que no se vean solos en ningún momento y que su esfuerzo sea incentivado de manera continua.