Vivimos en un estado de alerta desde el pasado 14 de marzo y en los hogares, en las comunidades de vecinos, los barrios, las ciudades, en España y en el mundo entero, por una vez nos hemos puesto de acuerdo, habita el miedo!!. Y nuestros gobiernos e instituciones toman las decisiones desde aquí, desde el miedo.
El miedo es una emoción propia de la infancia, producida por una sensación de no sentirse amado o por falta de protección. El miedo al mismo tiempo es una emoción que nos da un mensaje, protegernos. Hay algo que cada uno de nosotros podemos hacer para recibir este mensaje y tomar nuevas acciones para atravesar estos momentos. Sin embargo de forma inconsciente elegimos otros caminos internos en estos momentos.
Hay personas que viven apegadas al miedo. Desde ahí han creado el vínculo con sus hijos: “lo quiero tanto que me preocupo”, con sus trabajos : “No puedo cometer errores o me despedirán”, “tengo que trabajar aunque esté en un ERTE”. El miedo habita hoy en cada hogar que tiene encendida la TV o sigue las noticias sea por el medio que sea. Tener información casi al instante de cada contagio y cada muerte es la forma de seguir en contacto con este desastre humanitario. ¿Y es realmente esta crisis sanitaria el gran desastre humanitario?.
En función donde ponemos nuestra atención, realizamos un filtro, y vamos quedando con “ese poco” de información que nos parece “interesante” como observador o ciudadano.
En Mis RRSS estoy compartiendo recursos para que cada día elijas dónde poner la atención y atravesar estas circunstancias desde un lugar diferente al victimismo, la queja, la angustia, el drama, etc….
En estos días en mis sesiones de coaching con mis clientes y las que realizo de forma gratuita para el entorno sanitario, puedo observar algo en común.
Atravesar esta pandemia desde la puesta en marcha total y absoluta de la razón. Escucho a algunos que dicen: que catástrofe, a dónde nos va llevar esto….!!!; otro que afirman con total veracidad que la responsabilidad de todo lo que ha ocurrido lo tiene el gobierno; Otros, con juicios de humillación , insultos a las fuerzas del estado; y sin contar quienes han elegido pasar estos días en casa confinados, creando o compartiendo memes de broma de todo tipo (es increíble la creatividad que tiene el ser humano).
Y mi pregunta es: ¿esto que vivimos es la vida real? Quizás para algunos es una peli de ciencia ficción, o un juego en 3D de la play, o incluso un sueño después de una larga noche perjudicada.
¿Estamos permitiéndonos entrar en contacto total con la vida?, o simplemente lo que hacemos es crear una y otra vez estrategias de evitación para no ver, no sentir y así tenerme a mí mismo entretenid@ , ya que es tan total la incertidumbre sanitaria y económica, que prefiero seguir poniendo la atención fuera de mi. ¿Cómo? Una de ellas :
HACER:
Así que a la estrategia de razonar, se une la de hacer, o la de ser positivo: “no pasa nada, estamos en buenas manos”.
Mi propuesta para ti es, mira a ver si tiene sentido que estas “estrategias “ no fueran más que un mecanismo. Si un mecanismo. Algo que de forma inconsciente has puesto en marcha porque para pasar por todo esto que está pasando de la mejor forma posible no hay otra manera que entretenerme y entretener, para qué? Para no ver aquello profundamente incómodo que hay en mí. Y que una persona positiva no se permite ver, ni sentir, porque dice que “soy valiente”.
Mira a ver si tuviera sentido que pusieras en marcha otra estrategia. Si otra, prueba, antes de decir no, prueba.
Volver la mirada a ti, a aquello que habita en ti, que se llama miedo, angustia, ahogo, nerviosismo…. Mirar dentro de ti y ver qué hay internamente y sea lo que sea, tenga el nombre que tenga: no lo juzgues, no trates de rechazarlo, ni de cambiarlo. Simplemente abrázalo, acógelo, y permite que este en ti, porque si está en ti es tuyo, y solo tú eres responsable de tu sentir. Y cuando permitas que emerja la imagen de lo que habita en ti, cuando te permites ver y respirar aquello vive dentro de ti, y respirar y poner atención en ti, empiezas a entrar en contacto con más parte de ti mismo. Y llegas poco a poco a ese estado de equilibrio, parecido al del bebé que está en su cuna. Ese estado con el que llegamos al mundo . Y no quiero que te lo creas, te invito a que lo pruebes y experimentes.
Y desde este nuevo estado, hazte algunas preguntas muy relacionadas entre sí:
Permanecer en esta pandemia como si no pasara nada, entretenidos con los memes, el teletrabajo y los deberes de tus hijos, y no hacer una mirada hacia dentro y reconocer de qué manera puedes contribuir a la sociedad, sacando tu aprendizaje personal, es realmente el desastre humanitario.
Y aun así, tendrá sentido para ti, ser humano que eres, porque poner la atención fuera de ti, es tu estrategia de supervivencia para atravesar esto que ocurre. De esta manera has encontrado una forma de “estar a salvo”, sin saber que el miedo se ha apoderado de ti.